10.10.07

De intervención social

El pasado 25 de septiembre David Biegel participó en el V Seminario para el Análisis de Redes Sociales en Sevilla.

David Biegel impartió una conferencia sobre los programas de intervención psicosocial con cuidadores de enfermos crónicos. En concreto se centró en aquellos cuidadores que tienen a su cargo a familiares con problemas de salud mental y abuso de drogas (simultáneamente). Para ello revisó los cuatro tipos de intervenciones que son más habituales en estos casos:
  • Los grupos de apoyo.
  • Los programas educativos.
  • Los programas psicoeducativos.
  • El apoyo familiar individual.
Todas las modalidades de intervención parecen reducir la "carga del cuidador", excepto los grupos de apoyo. Las intervenciones educativas consiguen reducir el estrés de los cuidadores a corto plazo, mientras que los programas psicoeducativos consiguen cambios a largo plazo. Ambas estrategias de intervención educativa consiguen mejorar el funcionamiento familiar.

Los grupos de apoyo consiguen reducir el aislamiento y el sentimiento de soledad de los cuidadores. Sin embargo, las estrategias educativas tienen la ventaja de proporcionar herramientas con las que afrontar los problemas de comportamiento de los familiares que tienen a cargo. Ahí parece residir gran parte de su efectividad.

En su reflexión sobre la historia reciente de intervención con cuidadores destacó tres elementos que me parecen especialmente interesantes, y que son aplicables a la intervención social con otros problemas sociales:
  1. En las fases iniciales de la intervención en este área, gran parte del esfuerzo se puso en desarrollar programas basados en la evidencia científica. Por ejemplo, se dispone de conocimiento sobre el apoyo social de los cuidadores o sobre los problemas de comportamiento de los enfermos mentales que puede ser utilizado en el diseño de intervenciones sociales. Los programas ganan en efectividad cuando trasladan dicho conocimiento a la práctica.
  2. La experiencia muestra que diferentes intervenciones pueden cubrir distintas necesidades, por lo que se pueden aplicar de forma contingente al contexto de intervención. Es decir, aunque la intervención psicoeducativa se haya mostrado la más efectiva en este ámbito, sería un error recomendar su aplicación en todos los casos, renunciando a los demás tipos de programas. Por ejemplo, los grupos de apoyo pueden resolver necesidades de contacto social que hagan interesante su aplicación, ya sea de forma específica o complementando a otros programas.
  3. Finalmente, el debate actual se centra en los problemas de implementación. Pese a que se cuente con programas efectivos basados en la evidencia, uno de los retos consiste en que los sistemas comunitarios asuman dicho conocimiento y lleven a la práctica lo diseñado. De ahí que gran parte de la investigación actual se centré en las estrategias de potenciación comunitaria, promoción del sentido de comunidad, desarrollo comunitario, etcétera.