17.6.06

Educación por parte de iguales

Seis estrategias de prevención de SIDA /3

Una tercera opción consiste en formar a miembros significativos de la comunidad, para que luego hagan de difusores de la intervención. Se trata, como en el caso anterior, de una estrategia de mediación, pero en lugar de ampliar la diversidad entre los asalariados del programa, se confía en convertir a miembros de la población objetivo en agentes de prevención.

Con este paso -de búsqueda activa de la población destinataria-, se soslayan los problemas de acceso. El canal de comunicación elegido también tiene una repercusión positiva: y es que el mensaje se traslada de un modo natural y creíble -en la jerga del receptor-, y es más probable que, a medio plazo, afecte a las normas del grupo.

Siguiendo este enfoque, en San Francisco –en Estados Unidos- se llevaron a cabo programas pioneros en la segunda mitad de la década de 1980. Concretamente, en la comunidad homosexual los camareros de los bares de ambiente participaron como agentes de salud. En una primera fase, se impartieron cursos de educación para la salud, en los que se daba formación sobre prácticas de riesgo, y se entrenaba en habilidades para transmitir mensajes preventivos. A continuación, los educandos se convertían en formadores, difundiendo información y repartiendo preservativos.El rasgo más destacado de esta estrategia es el efecto multiplicador que se le otorga a la educación para la salud. Pero también hay que mencionar la persistencia de los cambios conseguidos, pues, al capacitar a un subgrupo de la población, se está haciendo más competente a la comunidad en su conjunto para afrontar los problemas a los que se enfrente en el futuro. Por eso es esencial identificar nodos clave en las redes comunitarias en los que centrar la intervención: es decir, personas con credibilidad, o con reconocida capacidad de liderazgo, y que estén en contacto con un amplio sector de población.

2 Comments:

At 2:34 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me parece una tecnica efectiva, que puede dar buenos resultados si sobre todo conseguimos definir bien quienes son nuestros "camareros", quiero decir: ¿vale el "profesor enrollao"?, ¿los camareros o gente que trabaja en sitios de copas?, ¿los líderes de la movida, quienes son, donde están, como llegar a ellos?
Me imagino montando la estrategia y al final me encuentro con un grupo de chavales muy competentes, muy predispuestos pero que después solo tienen influencia sobre aquellos que menos lo necesitan. Para muchas actividades en el IES implicamos a los alumnos del PGS, ¿serían estos nuestros "camareros"?
Rupert

 
At 3:03 p. m., Blogger isidromj said...

Pues se trataría de alumnos que destacan por su liderazgo, su capacidad de comunicación, su popularidad, etcétera.

En estos casos se combinan dos ideas: (a) utilizar un canal natural de comunicación (son "iguales", puesto que son chicos de la misma extracción social) y (b) recurrir preferentemente a quienes destacan en algunas habilidades o características que los pueden hacer especialmente efectivos...

 

Publicar un comentario

<< Home