22.6.06

Día Mundial contra el Abuso de Drogas

A través de Fran Santolaya, nos llega el siguiente mensaje de la Federación Provincial de Drogodependencias Liberación:

"Con motivo de las movilizaciones que estamos llevando a cabo coincidiendo con el Dia Mundial contra el abuso de Drogas, hemos organizado un video - fórum el próximo martes 27 de junio a las 18:30 en el Centro Cívico Las Sirenas, en la Alameda de Hércules, donde se proyectará la película 7 Vírgenes, se presentará nuestra campaña y haremos un pequeño debate".

Federación Provincial de Drogodependencias Liberación. Calle Marqués de Pickman, 49, 2ª planta. Sevilla 41005. Los interesados pueden contactar en el teléfono: 954 98 11 80

Las estrategias de prevención

Seis estrategias de prevención de SIDA /Final

En los últimos mensajes del Cuaderno de Ciudades hemos resumido algunas de las estrategias más habituales y efectivas en la prevención de SIDA. Cada una de ellas, como hemos visto, tiene puntos fuertes y puntos débiles. Cada una puede ser aplicada en un contexto y con unos objetivos diferentes. La decisión estratégica es contingente al contexto de aplicación, es decir, depende de él.

Recapitulemos las estrategias que hemos ido repasando:

  • La estrategia que se ha mostrado más efectiva es la intervención intensiva en pequeños grupos. Tratar distintos factores de riesgo, con distintas estrategias y a lo largo de un tiempo prolongado da lugar a buenos resultados. Sin embargo, tiene algunos problemas de accesibilidad: no es fácil conseguir que en estos grupos con fines preventivos participen los colectivos de más alto riesgo.

  • Los problemas de accesibilidad pueden afrontarse con dos estrategias diferentes: los "programas de calle" y la educación de iguales. El beneficio de ambas es llegar a los colectivos más difíciles, con un enfoque comunitario y con efecto multiplicador.

  • Sin embargo, las estrategias más aplicadas son generalmente las de carácter divulgativo como los grupos grandes y los materiales educativos. Son de valor, pero en nuestra opinión son más útiles cuando se aplican en combinación con otras.

Estas estrategias no son incompatibles y pueden aplicarse simultaneamente para potenciar sus efectos.

Para citar este texto, se ruega utilizar la siguiente referencia:
Maya Jariego, I. (2003). Diseño, evaluación e implantación de un proyecto de intervención social. En F. Loscertales y Núñez, T. (Coords.): Comunicación e Intervención. Módulo 10: Revisión del proyecto y redacción final de la Tesis de Maestría. CD Interactivo. Universidad de Sevilla.

Materiales divulgativos

Seis estrategias de prevención de SIDA /6

Otra manera de informar de los comportamientos de riesgo es elaborar folletos, posters y videos en los que se condense el mensaje de salud. El rasgo más significativo es la claridad y la consistencia del mensaje que se transmite. Una limitación importante es que no resulta posible adaptar la información sobre la marcha, según la respuesta del receptor. Como contrapartida, es ideal para apoyar el recuerdo. Por eso también cabe aplicarla como estrategia de carácter complementario. Sea cual sea su objetivo, es siempre recomendable realizar una prueba piloto de los materiales con representantes de la población diana.

Asesoramiento individual

Seis estrategias de prevención de SIDA /5

A nivel individual también se interviene, con servicios de counselling o asesoramiento personalizado. A la vez que se le proporciona información al usuario, suele darse apoyo moral, guía conductual y entrenamiento en habilidades sociales. No es un tratamiento efectivo si adoptamos una perspectiva epidemiológica, pero en el plano estrictamente individual permite una total flexibilidad a la hora de adaptar la intervención a las necesidades personales. Además, es particularmente pertinente cuando el interesado solicita el test de anticuerpos.

19.6.06

Grupos grandes

Seis estrategias de prevención de SIDA /4

Una actividad muy frecuente consiste en organizar conferencias en las que médicos o psicólogos exponen las vías de contagio y las bases de la enfermedad. Unas veces se llevan a cabo como parte de la educación formal, y otras para el público en general. Por eso, de forma relativamente poco costosa, acercan el mensaje de salud a un gran número de personas. En ese sentido, son más eficientes como estrategia divulgadora que los grupos pequeños. Sin embargo, su efecto se reduce a la mejora del conocimiento sobre la enfermedad, y apenas tienen impacto en los comportamientos de riesgo. Además, la información no es recibida por igual por todos los participantes, y el potencial divulgativo depende en gran medida de las habilidades del educador.

No obstante, la formación en grupos grandes puede combinarse con otras técnicas, conformando nuevas aplicaciones. Por ejemplo:
  • dar nociones básicas a todos los alumnos de un curso antes de concentrarse de manera intensiva en los individuos en mayor riesgo,
  • o bien, instruir y sensibilizar a la comunidad para que facilite el trabajo de rehabilitación con enfermos de SIDA.
(En el primer caso se estaría utilizando con fines de selección y diagnóstico; y en el segundo, para modificar la disposición del contexto).

17.6.06

Educación por parte de iguales

Seis estrategias de prevención de SIDA /3

Una tercera opción consiste en formar a miembros significativos de la comunidad, para que luego hagan de difusores de la intervención. Se trata, como en el caso anterior, de una estrategia de mediación, pero en lugar de ampliar la diversidad entre los asalariados del programa, se confía en convertir a miembros de la población objetivo en agentes de prevención.

Con este paso -de búsqueda activa de la población destinataria-, se soslayan los problemas de acceso. El canal de comunicación elegido también tiene una repercusión positiva: y es que el mensaje se traslada de un modo natural y creíble -en la jerga del receptor-, y es más probable que, a medio plazo, afecte a las normas del grupo.

Siguiendo este enfoque, en San Francisco –en Estados Unidos- se llevaron a cabo programas pioneros en la segunda mitad de la década de 1980. Concretamente, en la comunidad homosexual los camareros de los bares de ambiente participaron como agentes de salud. En una primera fase, se impartieron cursos de educación para la salud, en los que se daba formación sobre prácticas de riesgo, y se entrenaba en habilidades para transmitir mensajes preventivos. A continuación, los educandos se convertían en formadores, difundiendo información y repartiendo preservativos.El rasgo más destacado de esta estrategia es el efecto multiplicador que se le otorga a la educación para la salud. Pero también hay que mencionar la persistencia de los cambios conseguidos, pues, al capacitar a un subgrupo de la población, se está haciendo más competente a la comunidad en su conjunto para afrontar los problemas a los que se enfrente en el futuro. Por eso es esencial identificar nodos clave en las redes comunitarias en los que centrar la intervención: es decir, personas con credibilidad, o con reconocida capacidad de liderazgo, y que estén en contacto con un amplio sector de población.

14.6.06

"Programas de calle"

Seis estrategias de prevención de SIDA /2

Podemos darle este nombre a algunas de las estrategias expresamente diseñadas para afrontar los problemas de accesibilidad a los programas comunitarios. Pretenden llevar el programa a los individuos que no acuden a los centros de tratamiento, ya sean servicios sociales o de salud. Para conseguir ese objetivo, recurren a personas que tienen alguna característica en común con la población diana, y que hacen de mediadores entre el programa y el grupo de riesgo.

Pongamos por caso que un programa de prevención de SIDA y de enfermedades de transmisión sexual no logra implicar en sus actividades a las prostitutas que trabajan en las calles. Una manera de conseguirlo es contar entre el personal pagado del programa con una ex-prostituta que haga de mediadora. Un rol esencial de dicha intermediaria será, lógicamente, el reclutamiento de usuarias para los servicios existentes. Pero muchas veces también transmiten información, o se encargan de distribuir preservativos (o juegos de limpieza de jeringuillas si además se trata de adictas a la heroína).Como decimos, la aportación del mediador se advierte, sobre todo, en la eficacia con la que se resuelven los problemas de cobertura. Pero también es un canal creíble que introduce información fiable, de manera natural, en las redes del grupo de riesgo. Además, puede ejercer de modelo positivo de comportamiento, y afectar a las normas sociales del colectivo diana.

8.6.06

La intervención con grupos pequeños

Seis estrategias de prevención de SIDA /1

Esta estrategia suele consistir en organizar reuniones en las que entre 10 y 20 participantes se relacionan cara a cara. Unas veces entre iguales y otras con la coordinación de un profesional. En estos encuentros se proporciona información y se motiva para el cambio de comportamiento. Pero además, se puede combinar con el entrenamiento de las habilidades sociales, la provisión de apoyo social, la discusión de valores y normas sociales, etcétera.

Cuando trabajamos con un grupo de alto riesgo, como es el caso de los heroinómanos, un componente fundamental es informar sobre las prácticas de contagio. Pero la intervención en pequeños grupos permite que, al mismo tiempo, se entrenen las habilidades para rechazar las propuestas de intercambio de jeringuillas, o se muestre algún procedimiento de esterilización. Precisamente, la oportunidad para incidir de modo simultáneo en aspectos sociales, cognitivos y conductuales es una de las bondades de esta estrategia.

A esto hay que añadir que en los grupos pequeños se reproduce un contexto controlado, de laboratorio, que hace posible la comprobación teórica y el aprendizaje basado en la experiencia. De hecho, es el tipo de intervención en la que con más frecuencia se recurre a modelos teóricos que guíen las actividades. Por mencionar algunos, el modelo de creencias de salud, la teoría del aprendizaje social, o los conocimientos sobre conformismo y apoyo social son utilizados como fundamento de la actuación en grupos pequeños. En segundo lugar, los participantes practican las nuevas competencias en un entorno neutro, sin las consecuencias de los contextos naturales.

Sin embargo, también podemos mencionar limitaciones. Muchas veces acuden a estos encuentros los individuos más motivados para cambiar de comportamiento, quedando fuera el grupo en mayor riesgo. La calidad de la intervención depende en cierto grado de las aportaciones de los participantes, con lo que en ocasiones se ve resentida. Y, por comparación, resulta una estrategia relativamente costosa, pues se centra de manera intensiva en un pequeño grupo de individuos.

Pese a todo -y según los informes de evaluación de programas-, se trata de una de las estrategias más efectivas en la reducción de los comportamientos de riesgo. Además, parece que la efectividad guarda relación con la intensidad de la intervención. Concretamente, se obtienen mejores resultados:

- cuando se combina la actuación sobre los factores de riesgo de tipo sexual con los relativos a las drogas,

- cuando se aplican varios métodos simultáneamente (por ejemplo, el cambio de actitudes y el entrenamiento en habilidades sociales),

- y en la medida en que se organiza un mayor número de sesiones.

Esta estrategia tiene la virtud de afectar a los procesos clave que determinan los comportamientos de riesgo, como es la influencia de iguales, ya sea a través de las normas o de los comportamientos que frenen el intento de influencia. Pero muchas veces la dificultad está en llegar a los grupos de alto riesgo.

Para citar este texto, puede utilizar la siguiente referencia.
Maya Jariego, I. (2003). Diseño, evaluación e implantación de un proyecto de intervención social. En F. Loscertales y Núñez, T. (Coords.): Comunicación e Intervención. Módulo 10: Revisión del proyecto y redacción final de la Tesis de Maestría. CD Interactivo. Universidad de Sevilla.

Seis estrategias de prevención de SIDA

La prevención de drogodependencias y la prevención de SIDA son dos de las áreas que han dado lugar a más investigación evaluativa y, consecuentemente, a mayor innovación metodológica. En los próximos mensajes vamos a revisar de manera crítica las estrategias más habituales en cada caso. Para ello nos basamos en las conclusiones que pueden extraerse de la evaluación de resultados de este tipo de programas.

La evaluación de resultados proporciona información sobre el grado de efectividad de cada estrategia de intervención. Además, sirve para valorar las aportaciones y limitaciones de cada una. Con esa información el profesional está en condiciones de decidir qué estrategia aplicar en función del contexto, o de los objetivos que persigue.

En los próximos mensajes vamos a revisar 6 estrategias de prevención de SIDA:
  • Intervención con grupos pequeños.
  • Programas de calle.
  • Educación por parte de iguales.
  • Grupos grandes.
  • Asesoramiento individual.
  • Materiales divulgativos.